Parece que nada perturba a Lady GaGa. Si una fan francesa alucinada de ver a su ídolo de cerca, le acaba magreando una teta con la emoción, no pasa nada: la cantante hasta le da un abrazo (esa chica no volvera a lavarse la chaqueta ni la mano en la vida…).
¿Qué hace frío en París hasta tal extremo que los camiones que llevan el material para el concierto no pueden llegar y lo tienen que cancelar? Tampoco ocurre nada. Lady GaGa desafía las bajísimas temperaturas de la capital francesa y decide pasearse con el culo al aire, vistiendo sólo un mini tanga, unas medias de rejilla y una chupa de cuero.
Las pintas de Lady GaGa vestida hasta los pies o como si estuviera en una barra americana no tienen desperdicio. De hecho, no tengo claro si la fan que le toca la teta, quiere comprobar la turgencia del pecho de la GaGa o bien robarle alguna de las perlas que le llenan la pechera.
Menudo modelito… ¿Es GaGa o alguna institutriz –tipo Rottermeller- algo descocada con ese escotazo? La cuestión es provocar. Siempre lo consigue y así sigue en la cresta de la ola. Desde luego, nadie puede negar que esta mujer es única en su especie.
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